martes, 2 de agosto de 2011

Una Piedra en el camino

En el camino muchas veces hallamos obstáculos, no tienen porqué ser grandes barreras, a veces, son piedras...
Recuerdo una canción antigua, una ranchera, decía algo así "Una piedra en mi camino, me enseñó que mi destino era rodar y rodar..." Es curiosa la idea que refleja, piedra, es decir, dificultad, se pone como sinónimo de perder el equilibrio, la dirección y el control sobre la propia vida; posiblemente si la experiencia personal propia no fuera distinta, es muy posible que subscribiera dicha filosofía, pero mi realidad es bien distinta:
1 En mi camino se me presento una "Piedra" y lejos de ser un obstáculo, fue y es la mayor bendición y fuente de la misma que he tenido o tendré.
2 Esta Piedra no sólo no me hizo perder la dirección, más bien me recondujo hacia una dirección mejor, desde este encuentro el rumbo fue más seguro, más claro, más perfecto...
3 El control no lo perdí, lo entregué, lo devolví a Quién es infinitamente más capaz que yo, y Él no me impone, antes con la mayor sensibilidad me guía, me ayuda a tomar las decisiones mejores.
     No todos los caminos son iguales, ni todas las piedras son escollos, yo me encontré con Jesucristo, Él es la Roca donde se puede tener un firme fundamento para una edifición sólida. Él es la roca donde descansar después de los traumas de la vida, cuando esta se torna como pozo de fango.

No hay comentarios:

Publicar un comentario